Cómo evitar la infección de una herida en los niños
Antes de saber qué hacer para que una herida no se infecte es necesario conocer qué es la infección de una herida. Una infección de herida ocurre cuando los microbios se instalan en la incisión de la piel. Estas bacterias se alojan en los tejidos impidiendo que la herida se cure y causando otros síntomas. La infección tanto puede suceder en heridas pequeñas o grandes, desde cuando no sean tratadas adecuadamente.
Cómo saber si una herida está infectada
La infección puede salir en todos los tipos de heridas. En heridas provocadas por objetos punzantes, en cortes, desgarros o quemaduras. La infección es más común en incisiones más profundas como grandes quemaduras o heridas provocadas por mordeduras. Para saber si la herida del niño se ha infectado, se puede observar algunas señales:
– Heridas que no se sanan ni mejoran incluso tras un tratamiento.
– Heridas que duelen y que sangra fácilmente.
– Heridas que presentan un absceso con flujo o pus de un color raro o mal olor.
– Heridas que presentan áreas inflamadas y muy enrojecidas a su alrededor
– Heridas doloridas y tibias, cuando tocadas.
Algunas heridas se infectan. ¿Qué hacer para evitarlo?
Las heridas se infectan debido a una inadecuada higiene y limpieza, una curación ineficaz, o por estar en contacto o expuesta a algún microorganismo o gérmenes. Por esta razón es necesario desinfectar la herida, sea ella del tamaño que sea, todos los días.
Cuando el niño se hace alguna herida, es importante que primero, la mantengamos limpia y desinfectada. Y, ¿cómo se hace eso? Le contamos el paso a paso:
1- Lavarse las manos con agua y jabón para hacer la cura de la herida
2- Lavar la herida con abundante agua templada y jabón neutro, para eliminar posibles cuerpos extraños como tierra, arena, restos de madera, cristales o de plantas, etc.
3- Secar, con la ayuda de una gasa estéril (no algodón), desde el centro hacia el exterior, para arrastrar los gérmenes.
4- Aplicar una solución antiséptica para desinfectar la herida y así hacer frente a la bacterias. Lo mejor es utilizar una que absorba fácilmente a través de la piel y que mantenga su acción durante varias horas. Es aconsejable aplicar el antiséptico unas dos veces al día, hasta que compruebes que la herida está curada.